viernes, 6 de agosto de 2010

CARTA DE UN PADRE SALESIANO AL NEW YORK TIMES

DESDE ANGOLA, ÁFRICA:
CARTA DEL PADRE SALESIANO MARTIN LASARTE AL NEW YORK TIMES

Abril, 2010

Querido hermano y hermana periodista:

Soy un simple sacerdote católico. Me siento feliz y orgulloso de mi vocación. Hace veinte años que vivo en Angola como misionero.

Me da un gran dolor por el profundo mal que personas que deberían ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes. No hay palabra que justifique tales actos. No hay duda que la Iglesia no puede estar sino del lado de los débiles, de los más indefensos. Por lo tanto todas las medidas que sean tomadas para la protección y prevención de la dignidad de los niños serán siempre una prioridad absoluta.

Veo en muchos medios de comunicación, sobre todo en vuestro periódico, la ampliación del tema en forma morbosa, profundizando en detalles de la vida de algún sacerdote pedófilo. Así aparece uno de una ciudad de USA, de la década del 70, otro en Australia de los años 80 y así sucesivamente, otros casos recientes… ¡Ciertamente todo condenable! Se ven algunas presentaciones periodísticas ponderadas y equilibradas pero otras desmesuradas, llenas de prejuicios y hasta odio.

¡Es curiosa la escasa información e interés hacia miles y miles de sacerdotes que se consumen por millones de niños, por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo! Pienso que a vuestro medio de información no le interesa que yo haya tenido que transportar, por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena (Angola), pues ni el gobierno estaba dispuesto a hacerlo y las ONG’s no estaban autorizadas; que haya tenido que enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado; que le hayamos salvado la vida a miles de personas en Moxico gracias al único puesto médico en 90.000 km cuadrados, así como con la distribución de alimentos y semillas; que hayamos dado la oportunidad de recibir educación en estos 10 años a más de 110.000 niños en las escuelas... No es de interés que, con otros sacerdotes, hayamos tenido que socorrer la crisis humanitaria de cerca de 15.000 personas en los acuartelamientos de la guerrilla, después de su rendición, porque no llegaban los alimentos del Gobierno y de la ONU.

No es noticia que un sacerdote de 75 años, el P. Roberto, recorra por las noches la ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que se desintoxiquen de la gasolina; que alfabeticen cientos de presos; que otros sacerdotes, como P. Stefano, tengan casas de socorro para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violentados y buscan un refugio.

Tampoco que Fray Maiato a sus 80 años pase casa por casa confortando los enfermos y desesperados. No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a serum positivos… o sobretodo, en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar.

No es noticia que mi amigo, el P. Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, lo hayan transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión, haya sido ametrallado en el camino; que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un accidente en la calle; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitando a su gente. En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región…Ninguno pasa los 40 años.

No es noticia acompañar la vida de un Sacerdote “normal” en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve.

La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia, esa noticia que sin ruido comenzó en la noche de Pascua. Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.

No pretendo hacer una apología de la Iglesia y de los sacerdotes. El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico. Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos. Hay miserias, pobrezas y fragilidades como en cada ser humano; y también belleza y bondad como en cada criatura…

Insistir de forma obsesiva y pertinaz en un tema, perdiendo la visión de conjunto, crea verdaderamente caricaturas ofensivas hacia el sacerdocio católico, por lo cual me siento ofendido.

Sólo le pido amigo periodista, busque la Verdad, el Bien y la Belleza. Eso lo hará noble en su profesión.

En Cristo,

P. Martín Lasarte sdb

miércoles, 4 de agosto de 2010

PALABRAS DEL SANTO CURA DE ARS SOBRE EL SACERDOTE

EN EL DÍA DEL PARROCO QUIERO COMPARTIR ALGUNAS PALABRAS SOBRE EL SACERDOTE DEL SANTO CURA DE ARS
¡¡¡RECEMOS POR ELLOS!!!

El orden: es un sacramento que pareciera que no se refiere a ninguno de vosotros y es un sacramento que se refiere a todos.

Es el sacerdote que continúa la obra de Redención sobre la tierra.

Cuando veis al sacerdote, pensáis en Nuestro Señor Jesucristo.

El sacerdote no es sacerdote para él mismo, lo es para vosotros.

Vais a confesaros con la Santa Virgen o con un ángel. ¿Os absolverán? ¿Os darán el cuerpo y la sangre de Nuestro Señor? No, la Santa Virgen no puede hacer descender su Hijo divino en la hostia. Aunque tuvierais doscientos ángeles para vosotros allá, no os podrían absolver. Un sacerdote, por cuanto simple sea, puede hacerlo. Os puede decir: andáis en paz, os perdono.

¡Oh! ¡el sacerdote es de veras algo grande!

Un buen pastor, un pastor según el corazón de Dios, es el más grande tesoro que el buen Dios pueda conceder a una parroquia y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina.

El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús.

Dejáis una parroquia por veinte años sin sacerdote: se adorarán las bestias.
Fuente: http://www.revistaecclesia.com/content/view/11077/284/
SANTO CURA DE ARS..RUEGA POR NOSOTROS